El Romeral - 1929

Intérpretes del Estreno (18/06/1929)
Teatro de la Zarzuela de Madrid
Felisa Herrero
(Carmela)
Flora Pereira
(Martina)
Tino Pardo
(Anselmo)
Pablo Hertogs
(Cristóbal)
Arturo Lledó
(Germán)
Joaquín Valle
(Ciriaco)






Crónica del estreno
ZARZUELA- Estreno de la zarzuela en dos actos de los señores Muñoz Román y Serrano, música de los  maestros Acevedo y Diaz Giles, «El romeral» 

En el género zarzuela, como en el arte de la caligrafía. no es necesario inventar a cada nueva producción procedimientos y moldes hasta entonces desconocidos. Hasta copiar la plana despacito y con buena letra, de modo que aparezca luego limpia y legible con la belleza de los rasgos a que alude etimológicamente la palabra caligrafía. 

«El romeral», de los señores Muñoz Román y Serrano, se ajusfa con toda exactitud como a un lecho de Procusto a los cauces tradicionales de nuestras zarzuelas. Nada hay que reprochar a la obra en lo que se refiere a la copia fiel del modelo. Allí nada falta, nada sobra, y el el libro no resulta todo lo valioso y entretenido que pudiera desearse, más que a los autores y a la pieza considerada en sí misma, se debe a las normas del género, que tal vez fuera cosa de ir cambiando para que los libretistas gozasen de libertad mayor, y los que realmente tienen condiciones, como sucede en el caso de Muñoz Román y Serrano, no se vieran precisados por exigencias de la rutina a repetir las mismas situaciones, iguales tipos, conflictos análogos e idénticas formas de la lucha eterna entre el bien y el mal con el triunfo seguro del primero, que ya se apunta indefectiblemente en los comienzos de la obra. 

"El romeral" es, por consiguiente, una zarzuela más. Los autores han querido darle por fondo la sierra de Alcaraz, pero el regionalismo en esta clase de composiciones teatrales, sin que ésta sea excepción, suele ser una dificultad más del modelo, casi nunca vencida y solventada con acierto. Los maestros Acevedo - que dirigió la orquesta - y Díaz Giles han escrito una partitura digna limpia, bien entonada, sin salirse tampoco de los moldes estrechos y de convención a que nos tienen acostumbiados los músicos de zarzuela. Hay que apuntar en su descargo la perfecta honradez artística. El buen gusto les ha hecho huir de recursos, fáciles y melodías populacheras de éxito seguro. Nobles en la inspiración y acertados al trasladar a las voces y a los instrumentos los motivos de música popular, la partitura estrenada anoche acuca sanidad mental y de técnica y dotes felices en la ejecución. 

Felisa Herrero se Ilevó la palma en el espectáculo de anoche. Cantante de voz espléndida muy nutrida y potente en todos loe registros, obtuvo un verdadero suceso (conste que no hay galicismo) manejando los agudos con maestría y arte. Flora Pereira, el barítono Hertogs, el tenor Pardo, el tenor cómico Joaquín Valle, Lledó y el resto de la compañía compusieron un conjunto discreto. 

L, A. C.

La Época - 19 de junio de 1929
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