Intérpretes del Estreno (01/04/1899) |
Isabel Brú (Vicenta) |
Pilar Vidal (La tía Fransisqueta) |
Melchor Ramiro (El señor Beltrán) |
Emilio Carreras (Benito) |
José Ontiveros (Tomás) |
Eliseo Sanjuan (Pepet) |
Vicente Carrión (Tonet) |
Sr. Stern (Nelet) |
José Delgado (Quico) |
Sr. Otero (El pregonero) |
Crónica del estreno |
Una novela de sombríos tonos y trágico
desenlace, de Próspero Merimée, Colomba, ha
servido de base al Sr. Sánchez Pastor para hacer una zarzuela eminentemente cómica y de
final regocijado y alegre. Asi como en el libro del autor de Carmen se
pintan de mano maestra las costumbres corsas, en El trabuco - que así se llama la obra
española - ha demostrado el antiguo diputado
y más reciente senador fusionista, que no es
tiempo perdido para la literatura el qua emplea
en Castellón cuando allí le llevan los trabajos
electorales. El trabuco tiene tipos y cuadros valencianos que copian al natural con tan cómica como
fiel exactitud, y esto bastaría para hacer su última producción digna de la pluma del tantas veces aplaudido sainetero. Sin embargo, fuerza es convenir que no tan afortunado como otras veces, el Sr. Sánchez Pastor no siempre sacó todo el partido debido de las chistosas situaciones que imaginó, haciéndolas languidecer algunas veces por haberle faltado el sentido de la medida , tan importante en las obras escénicas. Esto, y lo no poco que de forzado dio al desenlace la necesidad de conducir la acción por más plácidos senderos que lo que su índole pide , hizo que los aplausos que arrancaron muchas situaciones y no pocos chistes en el transcurso de la representación, se enfriaran un tanto a! finalizar ésta. Esto no obstante , con alguna insistencia se pidió el nombre de los autores, de los cuales no se hallaba en el teatro mas que Valverde hijo,
el cual salió tres o cuatro veces a las tablas. La música de la zarzuela tiene en todos los
números color y buen gusto; pero en ella sólo hay de saliente una jota valenciana y unos albaes, que, muy bien cantados por la señorita Bru, merecieron los honores de la repetición. Dicha tiple, muy guapa con los dos elegantes trajes femenino y masculino que luce, así como Carreras, Ontiveros y San Juan, fueron los que más se distinguieron en sus papeles. La obra , además, está puesta con el lujo y
propiedad que acostumbra la empresa de Apolo, siendo de gran efecto una decoración de
Amalio que copia con gran fidelidad un bosque de palmeras. Ch. |
El Imparcial - 2 de abril de 1899 |
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